11.3.08

S/T

Y llegué al fin

a fuerza de renovarme sobre los pequeños problemas en que deposito mi vida, a ver más claro aún que la sociedad no me destruirá ni de noche ni de día.

He depositado también mi sombra en eclipse con mi luz, nada importa sino el sentido o la dirección de todo acto.

Ser soberano y a un lado la tiranía. Como si he sido un esmerado cobarde, un delincuente de alegría.

No temo ya a los días sino al amor.