Segunda parte
La encontré en la delegación a medio día junto con su madre. Ese rostro desencajado de la realidad, los ojos opacos y perdidos y su gesto de puntos suspensivos, sonríe al verme.
Me había enterado, por una amiga que le dijo a un amigo que me dijo, de su partida. Al día siguiente de conocerla, o más bien, en cuanto salió el sol había dejado a sus hijos, a su marido, toda su ropa... se había ido.
...
Estoy en la delegación. En el MP se levanta acta de lo ocurrido. Declaro no conocerla bien. Empiezo a sudar. Se me interroga de forma criminal. Digo la verdad. Soy un cínico. La autoridad lo toma a mal y me secuestra por cuatro horas. Me río en la celda. Hago un poema primero en mi cabeza después en la pared. Salgo libre a través de él.
...
En la madrugada volví a pasar en frente de su excasa. Solo. Me senté en la banqueta y visualicé su vida conyugal, los buenos los malos ratos, los hijos que crecen como monstruos, los planes a futuro. ( pausa) Soy un destructor de muros.